En las escuelas de música en Santurce compartimos el convencimiento de que aquel que quiera dedicarse profesionalmente a la música cuenta con una sensibilidad auditiva y una compenetración musical innatas, pero existen otras muchas habilidades y cualidades que sin duda se deben trabajar con pasión y constancia.

Al tratarse de un sector tan competitivo y exigente, si quieres ser músico tendrás que armarte de paciencia, ser algo temerario y no dejar de estudiar y explorar nuevos ritmos y disciplinas. Es una carrera de fondo en la que los resultados afloran después de un tiempo. No te desanimes y presta atención a la introspección. Solo si te conoces y trabajas la manera de hacerlo llegar a tu audiencia conseguirás la estabilidad profesional.

El músico no debe ser un sujeto ajeno y alejado de la sociedad, debe dedicar tiempo y esfuerzo a aprender marketing para saber venderse y conocer las maneras de darse a conocer. Tal y como certifica nuestra experiencia en las escuelas de música en Santurce esta profesión implica momentos de creación y composición en solitario acompañados de otros en compañía y hay que saber gestionarlo.

Resulta pedagógica la conclusión extraída de un estudio realizado en la Universidad de Valencia en el que se constata la incidencia de la extroversión en la gestión del estrés. El 86% de los músicos extrovertidos supieron controlar el miedo escénico frente al 63% de los introvertidos. Los músicos con mejor rendimiento fueron los optimistas, sociables, vitalistas y aventureros. Parece prudente considerar que además del estudio del lenguaje musical y la constancia para no estancarse y ensayar todos los días, le siguen otras cualidades, no menos importantes, como la empatía, la curiosidad, cuidar la imagen o esforzarse por dignificar la profesión.

En el Centro de Estudios Musicales Nerea Bilbao consideramos que el buen músico es aquel que auna cierta destreza y sentido del ritmo con carisma, perseverancia, asertividad y humildad.